top of page

ANTI-NOMBRE

Actualizado: 25 abr 2020

Los pezones se abren la mente también, un poco más. Los minutos se terminan el hambre muerde, muerde cómo muerde la piel no reconocida, el pago no  es humano. Las manos se extienden, y no hay algo que se parezca a una caricia. Los labios sucumben, se aprietan, se terminan ¿se puede pagar por ello? ¿por el sudor asqueroso de orgasmos fingidos, se pueden desvanecer las venas y convertirlas en nada? yo no tengo tiempo para esas preguntas.


Me dijeron una tarde que la vida era inversa a la firmeza entre mis piernas y que al extinguirse una membrana se morían también mis derechos. Aquí somos un millón o dos, unas más muertas que otras, al final nosotras somos paradojas. Aquí no hay sol ni estrellas, ni noche, aquí tras el halo podrido de un desconocido que me toma, sólo queda un nombre para mí: ¡prostituta, el mundo te aclama! ¡prostituta, no  niegues al planeta tu desnudez! Aquí a nadie le importa si sacudirte el pecho frente a los clérigos te hace feliz ¡prostituta, para ti no hay ley! un poco de whisky, una línea blanca, esa es mi esperanza.


Lo ganado se reparte entre alimañas, malditos los tacones burdos y el maquillaje metálico, maldita yo por nacer aquí, en el mundo de los locos, malditas sean mis carnes que de tanto besar nunca lo han hecho, malditos mis sueños que buscan amar, malditos el mundo al que yo llamo cárcel, maldita esa palabra que me envuelve porque ya no tengo nombre.


Prostituta, cierra una vez tus ojos y abre tu cuerpo, siempre tú cuerpo.

Por: Verónica Zarate.



26 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page